Desde el 13 de febrero, fecha en la que se suspendió el Mobile de Barcelona, hasta hoy, los eventos han sufrido cambios inevitables para adaptarse a lo que llamamos “nueva realidad”.
Y es que la pandemia ha afectado directamente a la “esencia” de los eventos, la interacción entre personas.
La decisión de suspender los eventos era complicada, y se fue produciendo de manera gradual. El sector eventos es un sector que genera muchos ingresos en nuestro país. En 2017, por ejemplo, generó 10.889 millones de euros anuales, 83.000 puestos de trabajo y atrajo al turismo de congresos, que generó 6.660 millones de euros.
La clave, la capacidad de adaptación. Si no podemos hacerlos como antes, pues los reinventamos. Las plataformas como Zoom o Meet, entre otras, han sido la nueva sede de los eventos, congresos, formación o entregas de premios. Lo digital se ha impuesto y nosotros hemos sabido aprovecharlo.
Los eventos y actos han sido obligados a reinventarse y vuelven a evolucionar poco a poco. De los puramente digitales hemos pasado a los eventos híbridos, esos eventos en los que lo personal y lo digital conviven de manera natural.
1.- Nunca va a sustituir del todo al presencial
2.- Implican menor coste para el organizador
3.- Facilita el cumplimiento de las medidas de seguridad
4.- Eventos más cortos
5.- Acudirán en persona sólo los realmente imprescindible
6.- Mayor alcance del mensaje al eliminar la barrera de la localización
La Asociación de empresas organizadoras de congresos en España (OPC) ha sido una de las organizaciones que han elaborado un completo manual con recomendaciones para eventos seguros:
Muchas de estas recomendaciones supongo que han llegado para quedarse. Sin embargo, el futuro de los eventos es una incógnita a día de hoy.